Antes de acabar en bandejas en los supermercados, los animales terrestres vivieron en la granja. El viaje de la granja al matadero se realiza cuando se considera que valen más muertos que vivos.
La granja es una factoría de productos animales, no una acogedora residencia donde los animales disfrutan y se alimentan. La llamada a la rebelión es clara: la granja es un infierno para los animales.
La típica imagen publicitaria de una granja con animales felices es sencillamente falsa. Las granjas modernas funcionan como cualquier otra factoría: a mayor producción mayor beneficio. Esto supone para los animales una vida llena de sufrimiento y un transporte al matadero en condiciones de hacinamiento extremo. Una vez en el matadero sufrirán una muerte horrible. Los métodos del matadero están pensados para poder matar al mayor número de animales en el menor tiempo posible.
Y eso no es todo, ya que durante su vida, los animales que terminan en el matadero, son maltratados, no reciben atención veterinaria, se los separa de sus crías apenas nacen, los que pueden llegar a estar infectados o padecer una enfermedad, son matados sin compasión alguna, al igual que todos los anímeles. Además de esto, tienen un espacio mínimo para vivir, en un lugar en el que no se puede ni dar vuelta de tan pequeño, como en el caso de las vacas. Otro ejemplo son los pollos o las gallinas, cuales las jaulas se las mete “a presión” hasta que halla las suficientes y estas no sean capaces ni de mover las alas.
Muchas más atrocidades atormentan a todos estos animales en la mayoría de los mataderos. Pues ¿porque? … la verdad no existe respuesta alguna que esté válidamente fundamentada
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